Actualmente no hay tratamiento curativo para la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo hay terapias farmacológicas y no farmacológicas que pretenden enlentecer el proceso de deterioro, procurando mantener el máximo tiempo posible la autonomía y las capacidades preservadas. Un tratamiento adecuado debe presentar las siguientes características:

Integral

Tanto con actuaciones farmacológicas como no farmacológicas, ya que el mantenimiento de la salud física es tan importante como el manejo de los síntomas psicológicos y de conducta asociados al deterioro.

Personalizado

Ya que este proceso neurodegenerativo cursa de manera progresiva y en cierto modo errático, el tratamiento debe centrarse en la persona atendiendo a su individualidad, historia personal y recursos del entorno.

Continuado

Es muy importante el apoyo que hay que dar tanto a la persona enferma como a su familia a lo largo de todo el proceso de la enfermedad de Alzheimer. Esto incluye diagnóstico, tratamiento, seguimiento y los cuidados al final de la vida.

El tratamiento debe comprender la atención a la familia y al cuidador principal, que representan un importante recurso a lo largo de todo el proceso. Está comprobado que cuanta menos sobrecarga manifiesten y exista mayor resiliencia, la situación de la persona enferma será mejor, tanto en su calidad de vida como en su capacidad para responder a estímulos positivos o al tratamiento.

FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE FAMILIARES DE ENFERMOS DE ALZHEIMER DE EXTREMADURA