''Cuídate para cuidar''
Hay que propiciar el descanso y liberarse de las tensiones del día a día o tratar de disminuirlas. El cuidador debe cuidarse físicamente para poder ocuparse mejor de su familiar y atender adecuadamente a las exigencias del día a día.
- Descansar lo suficiente.
- Practicar ejercicio con regularidad.
- Mantener un a dieta variada y equilibrada.
- Practicar la relajación.
El cuidador inmerso en la tarea de atender a su familiar, puede tender a abandonar el autocuidado, aislarse, abandonar otras actividades o alejarse de sus amistades. Es fundamental:
- Evitar el aislamiento.
- Preservar la vida social y cuidar las relaciones.
- Buscar ayuda social y familiar.
- Compartir los cuidados.
- Mantener las aficiones e intereses.
El cuidador de una persona con Alzheimer puede experimentar cambios de humor, irritabilidad o nerviosismo. Expresar estos sentimientos y reconocer la necesidad de ayuda y la utilidad de recibirla, contribuirá a mantener y mejorar su bienestar.
- Expresar los sentimientos.
- Aceptar lo inevitable.
- Compartir las experiencias.
- Reconocer y valorar el esfuerzo que estás realizando.
- Mantener la risa y el buen humor.
- Aprende todo lo que puedas sobre la enfermedad.
- Identifica las fuentes de ayuda o recursos existentes.
- Reorganiza el tiempo de cuidado.
- Planifica el futuro, con anticipación.